FCC Fomento de Construcciones y Contratas, S.A. | Septiembre 2020
Este vehículo es el resultado de un ambicioso proyecto, inicialmente denominado VEMTESU como desarrollo durante los últimos cinco años dentro de un consorcio liderado por FCC, con la participación de otras cuatro empresas de importante relevancia y presencia en el mercado español y otras dos colaboradores externos: Una de ellos científico-técnico de referencia y la otra experta en el área de la tecnología eléctrica-electrónica.
Cumple dos objetivos necesarios en este ámbito: Reducción del elevado consumo actual de energía y por tanto de emisiones y CO2 y también mejora de la seguridad lo que ha obligado a crear una estructura vehicular completamente nueva.
Este proyecto fue cofinanciado por el Fondo Europeo de desarrollo Regional (FEDER), dentro del Programa Operativo de Crecimiento Inteligente 2014-2020, al amparo del Ministerio de Economía y Competitividad a través del Centro para el desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI).
El propósito principal y papel de FCC en este proyecto ha estado centrado en el desarrollo de un vehículo netamente urbano y eléctrico, formado por una nueva estructura del chasis, modular, de tracción eléctrica permanente consistente en motor eléctrico de tracción, baterías de alta potencia y sistema electrónico unificado que controle la energía y potencia del chasis y de la carrocería, que con una programación específica, permite disponer de un vehículo con optimización energética máxima.
El vehículo que se presenta está carrozado con carrocería de carga lateral para recolección de residuos, de manera que hace su servicio completo en modo 100% eléctrico, siendo por tanto, vehículo ZEV (Vehículo con Emisiones Cero). Es capaz de auto-recargar sus baterías mediante la utilización exclusiva para este fin de un determinado motor térmico, en este caso de gas natural.
El sistema de tracción es eléctrico permanente con autonomía extendida, esto es, va propulsado por un motor eléctrico que se alimenta de la energía acumulada en las baterías. En el trayecto de ida y vuelta a la planta de tratamiento de residuos urbanos, se recargan por medio de un motor de combustión interna (GNC) que exclusivamente acciona un generador. Alternativamente el vehículo se diseña para ser 100% eléctrico o incluso para ser propulsado por pila de combustible (hidrógeno).
Esta tecnología busca como principal premisa, obtener el mínimo consumo de energía posible para la realización de los servicios urbanos. En este caso, el recolector es el vehículo de máximo consumo por el servicio realiza. Las paradas y arranques son continuos, cada 60 a 100 metros, para la carga de los recipientes y posterior compactación del residuo, de forma que la inercia y frenada siempre son aprovechadas como energía regenerativa, la cual es almacenada en las baterías.
En cuanto se refiere al primer concepto, se puede constatar que se se consiguen ahorros energéticos con una horquilla que va desde el 40 hasta el 50%, en función del municipio, de tipo de recorrido y número de itinerarios y de fracción de residuo recolectada, lo cual ofrece un idea de la cuantiosa reducción a la atmósfera de emisiones de gases de escape y de gases de efecto invernadero (CO2).
Creador
                                                
                                            
ODS a los que contribuye
 
 
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Tipo de Buena práctica
Acción/Proyecto
Grupo de interés al que afecta
Medioambiente/Entorno
Sector
Construcción e Ingeniería
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